La siguiente pregunta fue enviada a John Roska, un abogado/escritor cuya columna del periódico semanal, "The Law Q & A", se encuentra en la Gaceta de Noticias Champaign.

Pregunta

¿Qué puedo hacer con mis vecinos ruidosos? Durante años he alquilado, y no quiero mudarme, pero los nuevos inquilinos en el apartamento de arriba son insoportables. Su televisor es ruidoso, golpean las puertas a altas horas de la noche y su perro ladra y araña constantemente. El dueño del edificio dice que no puede hacer nada porque ellos pagan su renta.

Respuesta

El dueño es realmente el único que puede hacer algo, por lo que su mejor opción es presionarlo para que haga cumplir su contrato de renta, o ayudarlo a construir un caso de desalojo contra los vecinos ruidosos. Sin embargo, si el dueño no actúa, sus opciones son limitadas.

En el derecho anglosajón, Common Law en inglés, que se ha dictado durante siglos dice que todos los contratos de renta garantizan "el derecho de disfrute tranquilo". Ese derecho es tan fundamental que se presume en todos los contratos de renta, incluso en los orales.

El derecho de disfrute tranquilo no se puede definir con precisión, pero es algo así como un derecho a la privacidad. Significa que los inquilinos disfrutan de su apartamento en silencio, sin ser molestados por otras personas, incluyendo el dueño, y otras cosas.

No es, sin embargo, una garantía de completo silencio y soledad. Vivir juntos requiere cierta convivencia, por lo que tendrá que ser razonable y aguantar algunos ruidos de sus vecinos.

Además de su derecho general al disfrute tranquilo de sus espacio, su contrato de renta también puede otorgarle derechos más específicos, y las reglas del apartamento pueden imponer límites específicos a lo que pueden hacer sus vecinos. Si están violando una regla sobre "horas de silencio", por ejemplo, el dueño tiene algo específico que imponer.

Teóricamente, una violación de su derecho de disfrute tranquilo le da derecho a daños y perjuicios, o una orden judicial para detener la violación. Sin embargo, en la práctica sus opciones son: lograr que el dueño silencie o desaloje a los vecinos ruidosos, o mudarse a otro lugar.

Un buen primer paso sería ponerse directamente en contacto con sus vecinos de una manera diplomática. El siguiente paso sería notificar al dueño, enviándole una solicitud específica para que solucione el problema. Ponga su solicitud por escrito, con la fecha y conserve las fotocopias. Luego, mantenga un diario de todo lo sucedido. Su historial de documentos podría ayudar al dueño a establecer un caso contra los vecinos ruidosos, o podría ayudarlo en su propio caso contra el dueño si quiere salirse de su contrato de renta.

Si no logra hacer que el dueño resuelva el problema, un último recurso sería salirse de su contrato de renta y mudarse. Así como los dueños de apartamentos pueden cancelar los contratos de renta cuando los inquilinos incumplen, los inquilinos pueden rescindir o cancelar cuando los dueños incumplen, y la violación del derecho de disfrute tranquilo es una violación de su contrato de renta.

Si un contrato de renta escrito dice algo acerca de las reparaciones de los inquilinos, asegúrese de seguir los procedimientos que establece. Incluso si no dice nada, notifique al dueño por escrito que considerará terminado el contrato de renta y se mudará, si el incumplimiento no se corrige dentro de un tiempo razonable. Algo así como 15 días probablemente sea razonable, aunque podría variar según la gravedad de la infracción.

Si el dueño no le permite salir de su contrato de renta, el dueño podría demandarle por la renta no pagada después de su mudanza. Ahí es cuando su hoja impresa será útil y, con suerte, ayudará a demostrar que existieron infracciones que justificaron la cancelación del contrato de renta.